El equilibrio intestinal, protagonista del Ciclo Lifestyle de Olympia Quirónsalud
Mantener una microbiota intestinal en equilibrio es esencial para preservar la salud global del organismo. Así lo explicó la Dra. Débora Nuevo, jefa de la Unidad de Longevidad y Microbiota de Olympia Quirónsalud, durante su intervención este martes en el Ciclo Lifestyle, un programa de charlas divulgativas orientadas a promover hábitos de vida saludables.
La doctora recordó que la microbiota, formada por millones de microorganismos que conviven con nosotros, "actúa como un órgano más" y se comunica con otros sistemas del cuerpo a través de distintos ejes, como el intestino-cerebro, intestino-piel o intestino-hígado. "Su equilibrio es determinante no solo para el bienestar digestivo, sino también para la salud inmunológica, metabólica y emocional", explicó.
Durante su ponencia, la especialista señaló que una microbiota equilibrada contribuye a modular el sistema inmunitario, ayudando a reconocer y tolerar agentes externos y evitando respuestas inflamatorias excesivas. "Es el gran entrenador del sistema inmune, capaz de influir en procesos alérgicos, intolerancias alimentarias, enfermedades autoinmunes o dermatológicas", indicó. También subrayó la conexión directa entre el intestino y el cerebro: "el 95% de la serotonina y casi la mitad de la dopamina se producen en el intestino, lo que demuestra la estrecha relación entre la microbiota y el estado emocional".
Asimismo, la Dra. Nuevo advirtió sobre la disbiosis, o alteración del equilibrio intestinal, que puede desencadenar numerosas patologías digestivas, metabólicas y sistémicas, y destacó que "tratar la microbiota supone actuar sobre todo el organismo, incluido el sistema inmune, el cerebro o la salud bucodental".
Por su parte, la Dra. Isabel Bustamante, también especialista de la unidad de Olympia Quirónsalud, profundizó en la importancia de una alimentación equilibrada y consciente para mantener una microbiota sana y una buena salud digestiva. Subrayó que "la dieta, el entorno y el estilo de vida son los tres pilares fundamentales" que determinan el equilibrio intestinal.
Explicó que el abordaje nutricional debe ser individualizado, supervisado por profesionales y temporal, con el objetivo de eliminar los ultraprocesados, azúcares y grasas trans, y adaptar la alimentación según el tipo de disbiosis. "A veces es necesario reducir ciertos grupos de alimentos fermentables —como los FODMAP—, pero siempre reintroduciéndolos progresivamente y personalizando la dieta según cada caso", apuntó.
Durante su intervención, destacó la necesidad de incrementar el consumo de fibra, frutas, verduras y almidones modificados, reducir los azúcares simples, el gluten y los alimentosprocesados, y mantener una buena relación con el entorno: contacto con la naturaleza, convivencia con mascotas, socialización, práctica de deporte y descanso adecuado.
"Nuestra microbiota refleja nuestro estilo de vida. Cuidarla es cuidarnos por dentro y por fuera", concluyó.




