Desmontando mitos: el suelo pélvico también es cosa de hombres

Aunque tradicionalmente vinculado al embarazo y al posparto, el suelo pélvico es un conjunto de músculos clave para funciones esenciales del cuerpo en hombres y mujeres: la continencia, la estabilidad postural y la salud sexual. Así lo aclara la Carolina Walker, responsable de la Unidad de Suelo Pélvico de Olympia Quirónsalud, quien desmonta los principales mitos sobre esta zona anatómica en una serie educativa y divulgativa.

"No es solo cosa de mujeres. El suelo pélvico influye en todos, y conocerlo bien es esencial para prevenir y tratar disfunciones que afectan profundamente a la calidad de vida", explica la fisioterapeuta especializada en suelo pélvico.

Mito 1: "Solo las mujeres deben preocuparse"

Totalmente falso. Aunque es común asociarlo al embarazo, el suelo pélvico afecta tanto a hombres como a mujeres en aspectos como la función sexual, el control de esfínteres y la postura.

Mito 2: "Solo los Kegel sirven para fortalecerlo"

Los ejercicios de Kegel fueron un gran avance, pero hoy existen numerosas técnicas de tratamiento: fisioterapia especializada, biofeedback, entrenamiento muscular con dispositivos o incluso técnicas de relajación.

Mito 3: "Un suelo pélvico débil solo causa incontinencia"

También puede provocar prolapsos, dolor lumbar, disfunción sexual o sensación de pesadez en la zona perineal.

Verdad: "El suelo pélvico también puede estar demasiado tenso"

Sí, y eso puede generar dolor, disfunción sexual y problemas al vaciar vejiga o intestinos. Incluso el estrés emocional puede reflejarse como tensión muscular en esta zona.

"Un buen diagnóstico musculoesquelético es la base para saber qué tratamiento aplicar. No todo se soluciona con fortalecer, a veces el problema es una tensión excesiva", afirma Walker.

La especialista de Olympia Quirónsalud concluye afirmando que el suelo pélvico es mucho más complejo de lo que solemos pensar. Su salud impacta directamente en el bienestar general. Consultar con un especialista en fisioterapia uroginecológica puede marcar la diferencia.