17/12/2025

De cara a las Navidades, come tranquilo y siéntete bien

Las celebraciones navideñas son sinónimo de encuentros, comidas especiales y mesas llenas de platos tentadores. Disfrutar de estas fechas no está reñido con cuidar la digestión y el bienestar. De hecho, pequeños gestos pueden marcar una gran diferencia.

Según explica Andrea Celis, nutricionista de Olympia Quirónsalud, "no se trata de prohibirse alimentos, sino de aprender a gestionar las comidas festivas para evitar molestias digestivas, sensación de pesadez o excesos innecesarios". Para ello, empezar por lo básico es clave.

1. No llegues con el estómago vacío

Saltarse comidas para "compensar" una celebración suele tener el efecto contrario: llegamos con demasiada hambre, comemos muy deprisa y perdemos el control de las cantidades. Actúa como lo harías en un día normal, si lo necesitas consume una pequeña merienda, como, por ejemplo, una pieza de fruta y/o un yogur natural. Esto aporta saciedad, ayudando a regular el apetito y evitan atracones innecesarios durante el aperitivo.

2. Controla el picoteo

El aperitivo suele concentrar una gran cantidad de calorías sin que apenas nos demos cuenta porque al tenerlo todo en la mesa solemos comer muy deprisa y sin apenas masticar. No es necesario probarlo todo. Prioriza la calidad frente a la cantidad: pequeñas porciones, bien masticadas y dejando tiempo entre bocados. Un buen truco para no comer muy deprisa es siempre usar los cubiertos, aunque lo que comamos sea pequeño, eso hace que nos entretengamos en cortar el alimento.Elegir conscientemente qué te apetece más ayudará a disfrutarlo sin excesos.

3. Elige un plato principal más ligero

Después del picoteo, apostar por platos muy copiosos y ricos en grasa dificultan la digestión. Pescados, verduras o preparaciones sencillas al horno, a la plancha o al vapor. Son más fáciles de digerir, aportan nutrientes de calidad y ayudan a mantener un mejor equilibrio calórico durante la comida.

4. Postre: que gane la fruta

Los dulces navideños forman parte de la tradición, pero conviene consumirlos con moderación. La fruta fresca o asada es una excelente alternativa: refrescante, digestiva y nutritiva. Si hay turrón o dulces típicos, lo ideal es tomar una pequeña cantidad y compartir, evitando repetir por inercia.

5. Alcohol, con cabeza

El alcohol puede aumentar la sensación de pesadez y afectar a la digestión. Durante la comida, prioriza el agua. Al final, si apetece, es preferible una copa de vino o cava antes que combinados, ya que contienen menos azúcares y alcohol.

Disfrutar sin renunciar al bienestar

"La clave está en escuchar al cuerpo, comer despacio y tomar decisiones conscientes", concluye Andrea Celis. Aplicando estos consejos, es posible disfrutar de las celebraciones navideñas sin renunciar a sentirse bien durante y después de cada comida.


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