Mitos y verdades sobre la neuromodulación cerebral
La neuromodulación cerebral no invasiva es un tratamiento cada vez más utilizado en neurología para mejorar síntomas en distintas patologías, desde alteraciones cognitivas hasta algunos trastornos neurológicos. A pesar de su creciente presencia, todavía existen dudas y mitos en torno a esta técnica. La Dra. Vanesa Pytel, neuróloga de Olympia Quirónsalud, nos aclara en qué consiste realmente y en qué casos puede resultar útil.
¿Cómo es una sesión de neuromodulación cerebral?
Antes de comenzar, cada paciente pasa por una evaluación completa que incluye pruebas neurológicas, neuropsicológicas y neuropsiquiátricas, además de una resonancia magnética cerebral. Esta imagen permite identificar con precisión el área del cerebro que se desea estimular.
Con esa información, se utilizan dispositivos específicos como gorros de colores que marcan la zona señalada y se aplica la técnica más adecuada, entre ellas:
- Estimulación magnética transcraneal (TMS)
- Estimulación por corriente directa (TDCS)
Las sesiones suelen durar alrededor de una hora, aunque la duración puede variar según el protocolo diseñado para cada paciente.
Más allá de la técnica: un abordaje integral
En Olympia Quirónsalud, la neuromodulación cerebral no invasiva se combina con otras herramientas innovadoras que refuerzan sus beneficios:
- Realidad virtual inmersiva, para estimular diferentes funciones cognitivas.
- Ejercicios digitales mediante tablets y aplicaciones específicas.
- Actividad física supervisada en el gimnasio, junto a fisioterapeutas especializados.
Este enfoque multidisciplinar permite trabajar sobre varios circuitos cerebrales al mismo tiempo, ofreciendo un tratamiento personalizado e integral.
Mitos y verdades sobre la neuromodulación
- Mito: La neuromodulación es dolorosa.
Verdad: Es una técnica no invasiva, indolora y generalmente muy bien tolerada. - Mito: Solo sirve para enfermedades graves.
Verdad: Puede aplicarse en diferentes trastornos neurológicos y cognitivos, siempre adaptada a las necesidades de cada paciente. - Mito: Los resultados son inmediatos.
Verdad: Requiere varias sesiones y un plan individualizado para conseguir beneficios progresivos y duraderos.
