Las lentes flexibles ICL eliminan la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo casi al instante de forma permanentemente
La miopía, la hipermetropía o el astigmatismo, todas ellas patologías visuales muy comunes entre la población, pueden corregirse mediante una moderna y avanzada solución como es la cirugía refractiva con lentes ICL o Lentes de Colámero Implantables. Se trata de un procedimiento indoloro y de rápida recuperación, basado en la colocación de una lente intraocular muy fina.
Según el doctor Alfredo Castillo, Jefe de Servicio de Oftalmología de Olympia Quirónsalud, la intervención se realiza bajo una serie de condiciones y es que el ojo debe reunir ciertas características anatómicas y funcionales. Una de las grandes ventajas de este procedimiento es que podemos corregir un amplio rango de dioptrías en miopes e hipermétropes altos (de -30 a +15 dioptrías).
"La operación consiste en aplicar anestesia tópica, es decir, en gotas, con una leve sedación; hacer una pequeña incisión e introducir una lente muy fina entre el iris y el cristalino, sin tocar ninguna estructura del ojo, de forma que es absolutamente reversible, destaca el doctor Castillo. En ese sentido, señala que no se hace ningún daño ni se cambia ninguna estructura. "Tardamos cinco minutos en cada ojo y se hacen los dos a la vez. Al día siguiente, el paciente está viendo fantásticamente bien", afirma el oftalmólogo.
Si la comparamos con la cirugía de cataratas, en la que se limpia el cristalino y se cambia alguna estructura ocular, en la intervención con lentes ICL "no se toca nada", sostiene el doctor Carlos Palomino, también Jefe de Servicio de Oftalmología de Olympia. Además, en el primer caso, "hay una opacidad dentro del ojo que nos impide ver, mientras que, en esta otra intervención, lo que hacemos con las lentes epicapsulares o ICL es introducir una especie de lente de contacto en el interior del ojo para eliminar la miopía, la hipermetropía o el astigmatismo que el paciente tenga", indica el doctor.
Una intervención con muy buenos resultados
La cirugía de implantación de lentes ICL está indicada para pacientes, de entre 20 y 50 años, con amplios rangos de miopía, hipermetropía o astigmatismo, córneas delgadas o visiones bajas. Tal y como señala el doctor Carlos Palomino, no es necesario tapar el ojo después de la operación, por lo que la recuperación visual es casi inmediata. Además, no requiere de ingreso hospitalario.
El doctor Alfredo Castillo afirma que son lentes muy personalizadas y, en algunos casos, se diseñan por encargo siguiendo las dimensiones y graduación propias y exclusivas de cada ojo. Pasada la intervención, ambos expertos de Olympia recomiendan visitar al oftalmólogo una vez al año para comprobar que el ojo no sufre problemas relacionados con su defecto refractivo, en especial con la miopía. Pese a que el ojo esté sin dioptrías puede haber alteraciones en la retina o el cristalino típicas de los efectos refractivos.